Las facturas proforma son un tipo de facturas reguladas en España y muy utilizadas entre pymes y autónomos, sobre todo. No obstante son un tanto peculiares, comparadas con los demás tipos de facturas.

Su principal singularidad reside en que es más una “factura borrador”. Es decir, se trata de un documento de compraventa suscrito entre el vendedor y el comprador. Dicho documento refleja el acuerdo entre las dos partes como muestra de compromiso para llevar a cabo la transacción que en él se indica.

¿Dónde está el valor de las facturas proforma?

Las facturas proforma no forman parte de la contabilidad ni se declaran puesto que no tienen ninguna validez de cara a Hacienda. Pues solo refleja una operación comercial que se quiere realizar, pero en la que aún no se ha efectuado la entrega ni el pago. Justamente por este último detalle, son muy utilizadas en el comercio internacional.

Con este tipo de facturas se puede justificar una operación que todavía no se ha efectuado o las condiciones de la venta; e incluso servir como oferta comercial o comprobante de un envío de muestras. En el caso del comercio internacional, también sirve como justificante para pedir la licencia de importación en aduanas, por ejemplo.

La diferencia de un presupuesto y las facturas proforma es que el último caso conlleva una mayor posibilidad de completar la operación comercial. No obstante, no tiene ninguna validez judicial, ni contable como ya hemos indicado.

Se trata de un documento informativo a través del cual se contempla toda la información necesaria para proceder con la transacción comercial. Sin embargo, sí se recomienda respetar los tiempos y aceptar las condiciones que se incluyan.

Las facturas proforma deben incluir los siguientes datos:

  • Fecha de emisión
  • Datos del proveedor
  • Datos del cliente
  • Descripción de la mercancía
  • Precio unitario Impuestos aplicados
  • Otros gastos como podrían ser los de transporte o seguro

Con estos datos puedes pensar que se trata de una factura ordinaria. Nada más lejos de la realidad, pues recoge la misma información. Pero, para que no quepa confusión alguna, deberá indicarse claramente que se trata de una factura proforma.

Photo by Erwan Hesry on Unsplash

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