En junio se aprobó La Directiva (UE) 2019/1023 para aumentar la eficacia de los procedimientos de condonación, insolvencia y reestructuración de empresas en dificultades. El fin del Parlamento Europeo es permitir la plena exoneración de las deudas en un plazo máximo de tres años de este tipo de empresas.

De momento, esta norma no se aplicará a personas físicas que no tengan la condición de empresario. Aunque, los Estados miembros podrán ampliar la aplicación de los procedimientos de exoneración de deudas también para personas físicas insolventes que no sean empresarios.

¿Qué es la insolvencia en las empresas?

Una empresa está en situación de insolvencia porque no puede hacer frente al pago de las deudas que tiene pendientes. Normalmente, a una empresa insolvente se le conoce como empresa en quiebra o bancarrota.

La declaración de insolvencia supone un problema, no sólo para la reputación de la empresa, sino también a medio plazo. Se debe a la falta de credibilidad y garantías a la hora de solicitar un crédito a una entidad bancaria.

De cara a este nuevo 2020, los gobiernos de la Unión Europea tienen como objetivo garantizar:

  • Que las empresas con dificultades financieras tengan acceso a marcos nacionales efectivos de reestructuración preventiva que les permitan continuar su actividad.
  • Que los empresarios insolventes puedan disfrutar de la plena exoneración de sus deudas, proporcionándoles una segunda oportunidad.
  • Que se mejore la eficacia de la reestructuración, insolvencia y exoneración de deudas, en particular con el fin de reducir su duración.
  • Que disminuya la cantidad de préstamos fallidos que acumula la banca europea.

En estos planes es obligatorio integrar una descripción de la situación económica, la mención de las partes afectadas y sus categorías o condiciones. También las condiciones del proyecto, y una exposición que explique por qué el plan es razonable para evitar la insolvencia.

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