Tener una cartera de clientes estable es el sueño que anhelan todas las empresas sin importar el tamaño de las mismas. Desde el pequeño comercio hasta las grandes multinacionales saben que este es un aspecto fundamental para la estabilidad de sus negocios. Pero… ¿Cómo lograrlo?

Antes de nada queremos subrayar que las claves que, a continuación, exponemos tienen todas algo en común: no son una fórmula mágica que se pueda aplicar a todas las empresas. Estas dependerán de cada sector.

1. Lanzar promociones periódicas. Aunque esta iniciativa no parece muy innovadora, ninguna empresa debería ignorarla. Un ejemplo que todos conocemos es la promoción permanente del “Todo a 1€” de los 100 Montaditos.

2. Ofrecer siempre cosas nuevas. Si bien es cierto que el cliente busca fiabilidad, también desea novedad. Si se ofrece variedad, el consumidor regresará cada cierto tiempo para ver qué hay de nuevo.

3. Procurar tener productos en stock. Es muy importante que el cliente encuentre lo que busca y no que tenga que volver en otro momento. Puede que por el camino encuentre lo que busca.

4. Ser amables. Algo que parece san sencillo a veces se olvida. Siempre que sea posible, es recomendable mantener un trato personal, recordar el nombre de los clientes e, incluso, ofrecerles servicios complementarios. La regla es sencilla: una empresa que ofrece mal servicio merece que sus clientes se vayan y no vuelvan.

5. Brindar seguridad. Otra forma de hacer que los clientes continúen con su fidelidad es minimizar los riesgos a los que se exponen con sus compras, como son que el producto o servicio no funcione, o pagar más por algo que vale menos. Ofrecer una garantía de compra siempre ayuda a afianzar la confianza del consumidor.

6. Identificar a los clientes premium. Nos referimos a aquellos que compran muy por encima de la media. Tal fidelidad merece un trato diferente: mejores condiciones de compra, servicios innovadores, distintos precios, etc. Buen ejemplo de ello es el Servicio Premium de Amazon.

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