El último escándalo económico tiene que ver con el prácticamente desconocido Banco Madrid. El banco privado, tal y como se define en su web, ha sido protagonista estos últimos días debido a su situación de concurso de acreedores y de posible blanqueo de capitales de su matriz, la Banca Privada de Andorra (BPA).
Por ello, la Agencia Tributaria ha comenzado una investigación por la cual buscará todos los indicios de delito que se puedan haber cometido entre los clientes del Banco Madrid y la Banca Privada de Andorra (BPA). Según el Ministerio de Hacienda, cualquier indicio de blanqueo de capitales será trasladado al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (SEPLAC), para que se realice una investigación más profunda y pormenorizada.
Según han publicado varios medios de comunicación españoles, la Agencia Tributaria quiere realizar esta investigación como sospecha de la actividad que llevaba a cabo la matriz andorrana del Banco Madrid, que contaba entre sus clientes con narcotraficantes, defraudadores y mafiosos.
A la vez, el consejo de administración al completo del Banco Madrid ha presentado su dimisión, comunicado a los medios de forma oficial: «Con esta medida, el consejo de administración cesante busca eliminar cualquier posible duda sobre la estabilidad de la misma». Una vez producido esta dimisión en pleno, el Banco de España se ha puesto al mando de la entidad.
Una de las fuentes de sospecha es el aumento de activos producido en el Banco Madrid durante 2012, año de la amnistía fiscal, triplicándolos hasta alcanzar los 6.000 millones. Además, también llama la atención el aumento importante del patrimonio de sus sicavs que pasó a 900 millones en 2014, mientras que en 2013 contaba con 600. El mayor negocio del Banco Madrid era la gestión de carteras, resultando más del 50% de su actividad total.