Se acerca el Black Friday el próximo 29 de noviembre, y tres días después, el Cyber Monday. Esto es sinónimo de horas extra y mucho trabajo. La mayoría de las empresas espera generar enormes ventas en esta jornada y, con la nueva ley de control del registro horario, el panorama en las empresas cambia por completo.

Supone días de grandes descuentos para los consumidores y que suponen un problema legal y laboral para las compañías que tienen que concentrar un alto pico de trabajo en este par de días. El registro de jornada obliga, como ya sabemos, a las empresas a garantizarlo. Lo que incluye las horas del inicio y la finalización de dichos días. Este debate hace que muchas empresas se cuestionen si deben contratar a nuevos trabajadores o proponer una ampliación de jornada a sus actuales empleados.

¿Cómo plantear el trabajo de la plantilla en estas ocasiones?

Tendríamos que diferenciar entre las horas extraordinarias necesarias por algún tipo de imprevisto, las jornadas puntas de producción como el Black Friday o el Ciber Monday, las ausencias imprevistas o los cambios de turno. Están limitadas a 80 horas anuales y, por supuesto, tienen carácter voluntario, salvo si se haya pactado algún tipo de convenio laboral.

Si existe necesidad de reparar siniestros o daños urgentes, y casos de riesgo de pérdida de materias primas, se trataría de horas no computables dentro de esas 80 horas. De hecho, pueden remunerarse o compensarse con tiempo de descanso, según el convenio.

La segunda opción de la que se habla es cubrir esas horas con nuevos contratos. Esto ya se ha visto reflejado en las plantillas de las empresas de mensajería, que suelen crecer en estas fechas entre un 25% y un 30%. No obstante, puede resultar complicado contratar a una persona únicamente un día para ese puesto, sin conocer a fondo el funcionamiento de tu empresa, así como los productos, los precios y otras características importantes.

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