El plan estratégico de una empresa es un documento que recoge la planificación económico-financiera, estratégica y organizativa con la que tu empresa cuenta para abordar sus objetivos y alcanzar su misión de futuro. Cuando se define un objetivo también hay que desarrollar un método claro y organizado que te lleve a conseguir el fin. En las empresas, los planes estratégicos son los encargados de marcar este camino.
El plan estratégico de una empresa
El plan estratégico de una empresa se encarga de prepararte para el futuro, aún sin saber que te deparará. Es decir, será el que dicte los pasos a seguir para superar los retos que estén por venir y conseguir los objetivos finales.
Por esta razón, los encargados de realizarlo deben ser responsables que conozcan a la perfección la empresa y que tengan control sobre ella.
El plan estratégico de una empresa debe incluir, al menos, estos cuatro factores:
- La misión de la empresa
- Una visión estratégica que defina los objetivos a conseguir y el método
- Un análisis interno, uno externo y otro de la competencia. Dentro de este apartado, entraría la realización de un análisis DAFO, del cual hablamos en el post anterior.
- Un plan de actuación que indique cómo llevar a cabo las estrategias marcadas.
La duración del plan dependerá de tu empresa y sus necesidades, aunque suelen ser a medio plazo principalmente. Para conseguir una organización competitiva y que se adapte a los constantes cambios será necesario que renueves tu plan estratégico cada cierto tiempo.
Un buen plan estratégico debe incluir previsiones con cifras o cantidades determinadas en cuanto a tu objetivo. También, es necesario estipular el margen de tiempo en el que se desarrollará el plan, para poder comprobar después si se ha cumplido o no. Por último, un plan estratégico tiene que aclarar la manera de emplear los recursos mediante estrategias o políticas internas de modo que se estimule la consecución de dichos objetivos.
En conclusión, si quieres que el plan estratégico de tu empresa sea exitoso debes tener claro hacia dónde se dirige tu empresa, qué quieres conseguir y cómo vas a hacerlo. Si tienes esto muy presente durante su realización, el resultado será un plan fuerte y preparado para los retos del futuro.