El G20 puso en marcha el proyecto normativa LEI con el fin de dotar a estos mercados de una mayor transparencia. El objetivo que tenían era mejorar la evaluación y gestión del riesgo, ofreciendo una visión más precisa y completa. El código LEI, por tanto, es un código global alfanumérico de 20 caracteres para las organizaciones que son parte de un contrato financiero.
Es único y permanente y, cada registro LEI contiene un nombre oficial, un domicilio legal, un domicilio real de la sede principal de la entidad, país o región de jurisdicción legal, forma social, número en el Registro de entidades y la fecha de registro. Pero lo más importante es conocer quiénes tienen que tener el LEI.
Tendrán un código LEI las personas jurídicas que participen en mercados financieros. Solo éstas tendrán que facilitar su LEI o código a las empresas de servicios de inversión y las entidades de crédito que ejecuten transacciones para poder identificarles antes de ejecutar las operaciones. Si no se facilita el código LEI, no se podrán ejecutar las operaciones.
Si el banco, recomienda invertir en unas acciones porque se encuentran a un valor por debajo de lo habitual, y se carece de dicho código, no se podrá realizar la inversión, con los perjuicios que podría ocasionar.
En este momento, todas las empresas que participan en el comercio de derivados necesitan un LEI. Y, actualmente, a privados y sucursales no se les puede asignar un código LEI.
¿Cómo se puede ver el código LEI? Tanto este, como sus datos asociados emitidos por el LOU español, pueden ser consultados de forma gratuita en la página del colegio Registradores de España.
¿Quieres conocer más detalles sobre el LEI? Solo tienes que contactar con nosotros y preguntarnos 😉