La conciliación es uno de los pilares fundamentales del panorama laboral actual. Las personas y futuros profesionales buscan el compromiso de las empresas, compatibilizar sus responsabilidades personales y familiares con las profesionales. Es ya prácticamente una exigencia y una obligación por parte de las entidades para asegurar la calidad de vida de sus trabajadores.
Este requisito principal se busca desde la selección de empleo. Y es que en nuestra sociedad actual, la familia asume un papel clave. Por ello, es vital conseguir un equilibrio real entre el desarrollo económico y la cohesión social, mediante herramientas de conciliación implantadas desde las empresas.
Algunas herramientas para la conciliación
- Flexibilidad horaria. Ajustar la jornada a las necesidades de cada trabajador es ya algo obligatorio en el Estatuto de los Trabajadores.
- Teletrabajo. Se trata del trabajo desde casa, desde puntos de conexión, reuniones y videollamadas a través del ordenador y las nuevas tecnologías.
- Formación Laboral. Muchas empresas apuestan por dar formación y compartir nuevos conocimientos con sus empleados, para que así estén en constante desarrollo de sus capacidades en su puesto.
Gracias a la modificación del Estatuto de los Trabajadores, ahora cualquier trabajador tiene derecho a la adaptación de la jornada y a solicitar flexibilidad horaria, cambios de turno o teletrabajar sin necesidad de reducir ni horas ni salario.
Las personas que tienen derecho a una adaptación voluntaria de la jornada son aquellas que tienen necesidades para solicitar adaptaciones de la duración y de la distribución de su actividad. Normalmente esto se refleja en trabajadores que tienen hijos o hijas menores de 12 años.
Con la negociación colectiva se pactarán los términos para poder llevar esto a cabo, acomodando criterios y sistemas que garanticen la no discriminación de una forma u otra. Por eso hay que realizar esta solicitud por escrito y, según establece la ley, con un plazo máximo de negociación de 30 días.